The king of limbs (2011) - Radiohead

Puntuación: 9

Mejor tema: Lotus flower

Tracklist: 
01. Bloom
02. Morning Mr. Magpie
03. Little by little
04. Feral
05. Lotus flower
06. Codex
07. Give up the ghost
08. Separator

El disco que, seguramente, más me va a costar reseñar. Tal vez sea un pecado revisarlo a tan poco tiempo de su salida, pero lo estuve digiriendo bastante y creo que estoy en condiciones. No descarto cambios en la reseña ni en la calificación de los temas, pero me parece que al fin lo logré digerir. En fin, aquí vamos (tomo aire, inhalo, exhalo). 
Luego del romanticismo etéreo y elegante de In Rainbows, Radiohead volvió a desconcertar a sus seguidores (o al menos a mí), y acaba de sacar el que tal vez sea su disco más abstracto. Ojo, no me estoy refiriendo a la frialdad ni a la abstracción de Kid A, sino que me refiero a que este disco es en el queRadiohead se interesa más por el sonido. Las "canciones" ya no son ni siquiera eso, son simples viñetas en donde lo que verdaderamente importa no son la melodía, ni los riffs, ni los estribillos, sino el sonido. Los temas fluyen por sí solos y se desarrollan ya sin necesidad de una columna vertebral, sino simplemente de un sonido interesante al que se le van agregando las capas de instrumentos. Eso es todo. No se demuestra un nivel compositivo alto -como el que había, por ejemplo, en In Rainbows-, y es por esto que tal vez, muchos viejos fans de la banda que se habían ilusionado levemente con su último disco, aborrezcan nuevamente a la banda con The King Of Limbs. 
Pero, así como en In Rainbows, si bien las canciones eran geniales, el sonido distintivo del disco era también fundamental, aquí el sonido sostiene por sí solo a todo el disco. Y es un sonido encantador. Prácticamente todas las canciones son embriagadoras y adictivas, y te ponen como en una especie de trance, de manera tal que uno se ve absorbido por el disco, y ya no le importa que no haya melodías pegadizas o estribillos distintivos, sino que simplemente se deja llevar por las texturas y las capas de instrumentos . 
No es para nada monótono -algo que sí se le podía achacar a In Rainbows-, ya que posee tanto electrónica como baladas de piano, canciones acústicas y reminiscencias al math rock o al jazz. El lado A puede sonar algo monótono, ya que las canciones mantienen la misma base de batería, y muchos se quejaban de un sonido electrónico cuando en realidad hay una sola canción con sintetizadores, pero una vez que uno digiere el álbum, logra diferenciar bien cada canción. 
En fin, como se darán cuenta, esta revisión no es tan contundente ni va tan al grano como otras, sino que es más bien un divague. Y es que el disco tampoco es contundente. Kid A era electrónico, Hail To The Thiefera inconexo y caótico, In Rainbows era preciosista, y The King Of Limbs es un divague sin una verdadera línea sobre la cual se mueva el disco, sino que es simplemente Radiohead sin mucho para decir y tomándose el tiempo que quieren para hacer la música que quieren. El resultado es un álbum muy poco pretencioso e increíblemente difuso que logra impresionar por el espectacular sonido de todas y cada una de sus canciones, más que por las canciones en sí mismas. 
Las letras son otro tema: ambiguas y abstractas, son de mucha más difícil comprensión que las de otros discos. Yo creo que, al igual que el disco, las letras tampoco quieren significar mucho, sino simplemente ser poesías. Hay muchas imágenes de la naturaleza, oníricas, ensoñadoras. Al principio pueden desconcertar, pero cumplen perfectamente su comedido: son bellas, endemoniadamente bellas. 
Por cierto, me parece realmente idiota la gente que critica al disco por su duración.  Revolver dura menos,Ziggy Stardust dura lo mismo, In Rainbows dura sólo 4 minutos más. Prefiero el disco así como está, que con alguno de los singles que sacaron por este tiempo (que no me atraen demasiado). 
En fin, una nueva y muy original página en el repertorio de Radiohead.
El disco abre con un piano lunático al que se le agregan sintetizadores, pero rápidamente entra un ritmo indescriptible de una batería muy pesada que nos mete de lleno en el disco. Es Bloom, uno de los temas que más me costó digerir y que más me gusta ahora. La batería, tan increíblemente cargada, sostiene a la canción, junto con una línea adictiva de bajo, sobre la cual Thom garabatea una melodía vocal algo rara pero muy atmosférica. Presten atención a la sección del medio, una sección muy psicodélica con bocinas chillonas, orquestas zumbantes y sintetizadores inconexos simplemente fulminante. Como había dicho, no es un tema que se destaque compositivamente, es simplemente un mantra, un trance delicioso donde nos vemos devorados por el magnífico sonido. La letra habla de un nacimiento, donde todo toma forma y cobra vida. El protagonista se pregunta por qué, pero inmediatamente se dice que no debe torturarse con por qués, sino simplemente relajarse y nadar (imágenes acuáticas serán recurrentes en el disco).
Morning Mr Magpie es algo más demente aún. Un velocísimo riff puntiagudo de guitarra, muy a la Battles, sostiene a la canción durante sus 4 minutos de duración, con una melodía algo más memorable que la anterior y una sección media donde todo se desacelera y un coro inquietante junto con unos palillos desenfrenados acompaña a la perturbadora guitarra. Esta vez la letra es más acusadora, casi política, con el protagonista gritándole al "Señor Urraca" que se ha robado todo, incluso la melodía, y que todavía tiene el valor de presentarse ante él.
Un exquisito riff acompañado por un extraño efecto que todavía no pude dilucidar de qué instrumento proviene abre Little By Little, un tema mucho más amistoso que los anteriores. Esta vez la melodía, con deliciosos aires a bossa nova, es preciosa y memorable, la voz de Thom se mantiene bellísima a lo largo de todo el tema, y hay un solo muy melódico de guitarra particularmente inspirador en la mitad,  configurando una canción verdaderamente hermosa. La letra es de las más ambiguas, podría hablar tranquilamente de una relación en la que él le dice a ella que ya su "pegamento" no podrá mantenerlos unidos, que sus obligaciones y rutinas la mataron, o también de un relegado al que nadie quiere, que fue el último en salir "de la caja", pero que va a triunfar poco a poco, por las buenas o por las malas.
Feral es el tema más insulso del disco, un loop de sintetizador (¿o es una batería?) repetitivo acompañado de aterradoras voces que apareen y desaparecen. No obstante me gusta, especialmente la escalofriante parte media, pero palidece ante las otras canciones. La letra es contundente, sólo 4 frases donde un Yorke verdaderamente enojado parece gritarle a la que supongo será "ella": "Tú no eres mío, y yo no soy tuyo, y eso está bien. Por favor no me juzgues".
El lado 2 abre con el mejor tema del disco. Lotus Flower es verdaderamente fascinante. Efectos geniales de sintetizador y aplausos enmarcan la pegadiza y encantadora melodía, de las mejores jamás creadas porRadiohead, con una performance vocal de Thom sencillamente maravillosa, combinando romanticismo con miedo. Un sutil bajo termina de darle forma al tema, una joya algo psicodélica y perversa pero también muy etérea, que siempre me cautivó. La letra es de las más bellas, hablando de un amor que se podrá liberar, y cuando la habitación este libre, los enamorados se abrirán "como flores de loto", y escuchar a su corazón. Nuevamente la letra está enmarcada por imágenes orgánicas, naturales y oníricas. 
A continuación, un nuevo "falso comienzo", que se corta para dar paso a una tímida balada de piano llamada Codex. El piano suena maravillosamente adusto, y la melodía, si bien no es pegadiza, es sumamente bella y adictiva. La voz de Thom, como siempre, se adapta a la canción, con una performance algo más grave y adulta y nuevamente colosal. Ominosas orquestas y coros infrahumanos terminan de darle forma a esta perla, con una gran letra, nuevamente acuática, sobre saltar al precipicio, al agua, lo que podría ser tomado como un suicidio, aunque en realidad "tú no has hecho nada malo". Habla de no juzgarnos a nosotros mismos (nuevamente), de no dejarnos llevar por lo que piensen los demás y tranquilizarnos, abandonar la idea del "salto hacia el precipicio". 
El disco se va terminando con la pastoral Give Up The Ghost, una balada acústica algo cansadora, pero con coros muy bellos y una gran melodía que, si bien es repetitiva, nunca deja de ser fascinante, especialmente al final con los coros superpuestos de "into your arms". Radiohead nunca sonó tan orgánico, tan natural, y si bien no me encanta como otras canciones, me parece sensacional que se salgan de su onda para probar con nuevos géneros. La letra, muy concisa, habla sobre una relación obsesiva nuevamente, de alguien que acecha a Thom, que reúne todo lo suyo en sus brazos, hasta que éste se cansa y dice que cree que debería dejarla ir con el "fantasma" (tal vez la culpa) en sus brazos.
Un ritmo veloz y a la vez bello de batería, acompañado de un sutil acorde de guitarra, nos sacude luego de la hermosa quietud de los dos temas anteriores y comienza el final del disco. Separator se va desarrollando sutilmente y en su segunda parte florecen deliciosos acordes realmente mágicos y coros superpuestos que finalizan con un canto celestial que emana "Wake me up wake me uuuuup...". Un temazo algo jazzero y muy hermoso, que inaugura una nueva veta en el sonido de la banda: un sonido optimista, desenfadado y alegre, algo no muy probado por la banda hasta hace poco. La letra es maravillosa. El protagonista despierta de un largo sueño y se ve rodeado, nuevamente, por flores, animales y frutos hermosos, y piensa que, finalmente, se ha librado de su carga. Sin embargo, a pesar de haber podido "salir del agua", desea recostarse de nuevo, e implora que cuando él nos lo pida, lo despertemos. Y así finaliza este cautivante disco.
En fin, un disco sutil, embriagador y que va creciendo con cada escucha. Le agradezco a la banda el hecho de que, casi 20 años después de su debut, siga dando grandes discos como este, y ojalá que puedan mantenerse en este nivel por mucho tiempo. ¡Larga vida a Radiohead! Un 9- merecidísimo.