The Doors (1967) - The Doors

Puntuación: 10

Mejor tema: Light my fire

Tracklist
01. Break on through (to the other side)
02. Soul kitchen
03. The crystal ship
04. Twentieth century fox
05. Alabama song (whisky bar)
06. Light my fire
07. Back door man
08. I looked at you
09. End of the night
10. Take it as it comes
11. The end

¡Qué disco tan único! The Doors salió a la venta 4 días después de haber comenzado el año '67, pero fue grabado en Agosto de 1966. Quiero que tomen la dimensión de eso. La psicodelia prácticamente no existía, estaba en pañales, y se estaba gestando la explosión de 1967. Y en ese preciso momento, salen los Doors con esto. 
¿De dónde sacaron éste estilo tan distintivo? No se podría decir muy bien qué genero es: es una mezcla de jazz, blues, algo de psicodelia y pop. Todo enmarcado en una atmósfera oscura que, si bien se vería explotada en Strange Days, ya está presente en algunas canciones. 
El resultado es fresco, original y brillante. Nunca se volvió a intentar un cocktail semejante: ¿hay alguna banda que toque como los Doors? No lo creo. Es necesario comprender el contexto para tomar dimensión de lo que significa este disco. Y también es necesario inmiscuirse de lleno en ese estilo tan único. No quiero ser repetitivo con eso, pero debe ser el estilo más embriagador que haya oído. Adictivo, sensual, subyugante y misterioso. 
Obviamente, para llevarlo a cabo se necesitaban grandes intérpretes. Y vaya si los había. El baterista John Densmore y el guitarrista Robby Krieger son frecuentemente olvidados, pero constituyen un gran aporte. El primero no es un baterista a cuatro manos como Keith Moon o John Bonham, pero posee un estilo muy jazzístico que le otorga distinción al sonido de la banda, con momentos estelares como las improvisaciones brillantes de Touch Me o el toque silencioso y disimulado de Riders On The Storm, mientras que Robby Krieger posee un estilo psicodélico y muy oscuro que tal vez no se pueda contar entre los mejores de la historia del rock, pero le otorga frescura al sonido de la banda. Chequear riffs como el de Love Me Two Times o el de Roadhouse Blues, el brillante solo de Light My Fire o su actuación endemoniada en End Of The Night para saber de qué hablo. 
Ray Manzarek, por otra parte, es sencillamente un genio. ¿Cómo explicar lo genial que era tocando el teclado o el piano? Es prácticamente el alma de los Doors, con un estilo de lo más distintivo que caracteriza a la banda de manera universal. Es imposible confundirse cuando se escucha el órgano de Ray, tan típicamente sesentero. Con un estilo netamente jazzero, muy atractivo, muy sensual, otorgó innumerables momentos descomunales como los riffs de Soul Kitchen,Light My Fire (sobre todo éste), End Of The Night, Strange Days, Unhappy Girl, pasando por actuaciones asombrosas en el piano clásico como en The Crystal Ship o Moonlight Drive hasta solos que son tal vez el pico de éste instrumento en la historia del rock, como el de Light My Fire o el de Riders On The Storm. Si no es el mejor tecladista de la historia del rock, pega en el palo. 
Pero es imposible hablar de los Doors sin hablar de Jim Morrison. Por más geniales que sean los demás, el grupo literalmente no existe sin Jim (lo cual quedó comprobado en los dos discos grabados después de su deceso). Compositivamente, es el líder de los Doors, y muchas de sus canciones son verdaderas joyas. Pero lo que verdaderamente importa es su voz. Permítanme repetir adjetivos, porque no puedo decirlo de otra manera: su voz es embriagadora, subyugante y condenadamente sensual. Sus susurros, sus gritos, su descomunal manera de cantar el blues, esa voz tan intrigante, tan grave, tan oscura, tan perfecta. Jim se convirtió en una leyenda, por su prematura muerte y su personalidad ambigua, con sus delirios místicos, sus lagartos, sus serpientes y sus caballos. Sus letras eran muy atípicas para la época, y mientras los hippies se dedicaban a hablar de ambientes coloridos, fantásticos y liberales, Morrison prefería hablar de oscuras historias animales, de complejos de Edipo y de chamanes. Era un gran poeta sin dudas, y si bien creo que se sobrevalora un poco su importancia en la historia del rock, se encuentra entre los más grandes, no lo duden. 
Todo este collage da como resultado un disco cuasi-perfecto como The Doors. Además de todo esto, compositivamente el disco es brillante. 8 canciones excelentes, melodías inigualables, himnos colosales, el relleno sigue siendo bueno. Últimamente está de moda decir que Strange Days es lo mejor de la banda, pero a mí no me quedan dudas: el pico de los Doors está aquí. ¿El mejor debut de la historia? Posiblemente.
Ya desde el comienzo nos damos cuenta de que estamos ante algo grande. Un maquiavélico riff de órgano da inicio a una frase emblemática que introduce a Jim en el mundo del rock. "You know that day destroys the night / Night divides the day / Try to run / Try to hide / BREAK ON THROUGH TO THE OTHER SIDE!" canta Jim, y el espeluznante grito del estribillo sacude fuertemente nuestros órganos internos. Se trata de Break On Through (To The Other Side) , uno de los rockers más feroces de toda la carrera de los Doors. La interacción entre la batería frenética, el riff furioso del órgano y la voz abyecta de Morrison configuran una experiencia memorable. Una fenomenal sección instrumental de órgano conlleva al reprise de la melodía principal, con la voz de Jim elevada a la máxima potencia. La letra es brillante, repleta de imágenes alegóricas como "We chased our pleasures here / Dug our treasures there / But can you still recall / The time we cried" o ""The gate is straight / Deep and wide" y con Jim hablándonos sobre "atravesar hacia el otro lado". Recién llevamos dos minutos y medio y nuestro corazón ya está diabólicamente acelerado. 
Para contrarrestar esto llega Soul Kitchen, un sensacional pop con un riff brillante de órgano, una guitarra que aparece y se va una melodía pegadiza con un estribillo memorable. La letra es muy buena, sobre una persona que no quiere abandonar a su amada. 
Las cosas siguen por el carril de la brillantez con The Crystal Ship, una balada especial que posee un aura épica y misteriosa que pone los pelos de punta. No podría decir qué es: tal vez la melodía, no muy pegadiza pero hermosa, tal vez el bellísimo piano de Ray (con un solo en el medio simplemente fantástico), tal vez la voz susurrante de Jim. La cuestión es que es una canción cargada de psicodelia, de imágenes evocativas y con una atmósfera única. No sé exactamente de qué habla la letra, pero es hermosa. Parece ser nuevamente una mujer, y Jim le ruega que vuelva, y que pueda obtener otro beso suyo, con frases como "The days are bright and filled with pain / Enclose me in your gentle rain / The time you ran was too insane / We'll meet again, we'll meet again" o "You'd rather cry, i'd rather fly".
Twentieth Century Fox es otra pieza pop muy buena con una melodía alegre (especialmente memorable en esa línea de "But - she's - no - drag - just - watch - the - way - she - walks" donde Jim martillea las palabras) y un buen solo de guitarra. La letra habla sobre la frivolidad moderna, sobre una chica muy cool que hace todo a la moda, y utiliza un juego de palabras entre la empresa Twentieth Century Fox y las "zorras" del siglo 20. 
Alabama Song (Whisky Bar) es un cover de una ópera germana de Brecht y Weill. Exraña elección para un cover. La cuestión es que los Doors se apropian de la misma y la transforman en una sensacional pieza pop con un ritmo de marcha catárquico (cómo me fascina ese "Dun dun dun" de fondo del órgano) y una voz especialmente graciosa de Morrison. Divertidísima canción. 
El lado A termina con Light My Fire, una de las dos o tres mejores canciones de la banda y una de las mejores de la historia. Todo en ella es glorioso. La línea introductoria es sencillamente memorable. Tan festiva, tan risueña, tan carnavalesca y, sobre todo, tan sesentosa. La melodía es genial, cantada sensualmente por Jim, pero lo mejor de todo es la extensa sección instrumental. El solo de órgano es devastador, y se va haciendo cada vez más furioso a medida que pasa el tiempo, mientras que Robby no se queda atrás y protagoniza uno de sus mejores solos. El final a todo trapo culmina con el reprise de la melodía principal, con una nuevamente furiosa actuación de Jim, y la repetición de la línea introductoria. La letra habla sobre la pasión, sobre un amor fogoso, con frases como "Girl we couldn't get much higher" (muy polémica para la época) o "And our love become a funeral pyre". No se puede explicar con palabras lo superlativa que es esta canción. Brillante. 
El lado B es ciertamente inferior al A, pero sigue siendo muy bueno. Para empezar tenemos Back Door Man, un cover de blues ejectuado sensacionalmente por la banda, con un feroz riff de órgano y una voz desgarradora de Jim. 
I Looked At You es frecuentemente criticada, y si bien es claramente la pieza más floja del álbum, no deja de ser buena. Es sólo un pop agradable con una melodía pegadiza y una letra estúpida. 
Pero quienes tengan diabetes pueden salteársela para disfrutar con la oscuridad de End Of The Night. Una guitarra espeluznante e increíblemente misteriosa y una melodía perfecta demuestran que a veces una performance silenciosa y reptante es mil veces más terrorífica y oscura que hacer ruido sin ton ni son. La letra es también misteriosa, hablando de que algunos nacen para "el dulce deleite" y otros para "la interminable noche". 
Take It As It Comes es la otra pieza de relleno, pero es ciertamente mejor que I Looked At You, por tener un estribillo amenazante y una parte en el medio en la que todo se calla y sólo queda el bajo martilleando siniestramente antes de la explosión final. 
No obstante, éste tema es sólo un digestivo para la grandilocuente épica final. ¿Qué decir de The End que ya no se haya dicho? Una pieza muy controvertida, calificada por algunos como aburrida y sin matices. Es verdad: es muy monótona para su duración y no tiene ningún tipo de adorno, por lo que llega a aburrir frecuentemente. Pero es un error juzgarla como una canción normal: es más que eso. Es una pieza muy atmosférica, misteriosa, oscura y siniestra, repleta de imágenes extrañas y terroríficas. Los primeros minutos son grandiosos, con esa introducción silenciosa y atrapante y la entrada de la maravillosa melodía. El órgano directamente fúnebre que acompaña y la infinidad de trucos que realiza de fondo la guitarra, con muchas reminiscencias hindúes (me puedo imaginar una serpiente bailando al compás de la melodía) son directamente demoledores. Luego la canción se calla y se vuelve monótona, pero sólo están durmiendo nuestros sentidos y preparándolos para lo que se viene. Y lo que se viene luego del monólogo de Jim es brillante: luego del famoso "Mather...I want to (y aquí se insinúa claramente un "fuck you")" la tensión comienza a crecer y de pronto nos vemos envueltos en un torbellino de sensaciones increíbles. Una especie de rasguido extraño que comienza al minuto 8:52 aproximadamente acompaña los gritos de Jim, completamente poseído por el demonio. La explosión final termina dejando solos al bajo y a la batería, y luego Jim repite la melodía principal, pero ahora ya sabemos lo que significa. El final ya arrasó con todo, y Jim termina susurrando, como en una plegaria "This is the eeeeeeend". Y todo terminó. La letra del tema habla sobre "el final de nuestros elaborados planes y de todo lo que permanece", y está repleta de imágenes brillantes. "All the children are insane / Waiting for the summer rain", "Weird scenes inside the gold mine", "Ride the snake", "The blue bus is callin' us / Driver, where you taken' us ?". La parte más polémica es la parte que habla sobre el complejo de Edipo, donde el "asesino" le confiesa al padre que desea matarlo y a la madre que desea hacerle el amor, y acto seguido lo hacen en la parte trasera del "colectivo azul" (Father ?, yes son, I want to kill you / Mother...I want to...fuck you / C'mon baby, take a chance with us / And meet me at the back of the blue bus / Doin' a blue rock, on a blue bus / Doin' a blue rock, c'mon, yeah / Kill, kill, kill, kill, kill, kill". La parte final es donde, valga la redundancia, se vuelve a hablar del final, con una de los mejores finales que un álbum puede tener: "This is the end, beautiful friend / This is the end, my only friend, the end / It hurts to set you free / But you'll never follow me / The end of laughter and soft lies / The end of nights we tried to die / This is the end...". Épico.
Dudé en la nota que le pondría al disco, pero después de todo un disco innovador, compositivamente brillante, con un estilo único y brillantemente ejecutado no merece menos que 5 estrellas. Un 10-.