Red (1974) - King Crimson

Puntuación: 10+

Mejor tema: Starless

Tracklist:

01. Red

02. Fallen angel

03. One more red nightmare

04. Providence

05. Starless

Si vamos a hablar de Red dirijámonos con respeto, porque es una de las obras maestras más grandes del rock progresivo. Tenemos aquí un disco que posee sublimes melodías, locas improvisaciones de vanguardia, magníficos y desgarrantes estribillos y, por sobre todas las cosas, geniales guitarras cargadas de una distorsión que definiría como una fusión entre la del metal y el trash. Aparecen monstruosos saxofones interpretando genialidades, violoncellos mezclados entre las guitarras, y trompetas improvisadas de una manera espectacular, cosa que distingue el sonido de KC sobre el de cualquier otro grupo.

   Las aburridísimas composiciones avant-garde antes vistas en Starless and bible black desaparecen, dando lugar a un estilo que se asemeja más al de Lark’s tongues in aspic, con las distorsiones trasheras distintivas de las Lenguas de Lark, improvisaciones, y larga instrumentación. Pero no esperemos que en el mismo año el grupo se saque de encima todo lo avant-garde de encima y lo deje al instante: hay solo una obra de ese estilo, y es Providence.

  King Crimson pasa a ser el power-trío Wetton-Bruford-Fripp con invitados de los “viejos tiempos” (que en realidad son 5 años). Cross se dedica a los violines, Collins al saxo soprano y McDonald al alto, mientras que se agregan 2 desconocidos: Miller y Charing. Pero basta de hablar tonterías: vayamos a los temas.

  Ya al comenzar el disco podemos ver una de sus cualidades principales: las guitarras y su maravillosa distorsión. Red es un tema muy guitarrístico e instrumental en el que Fripp nos sorprende con sus gigantes acordes, creativas armonías y variado sonido, mientras que Bill Bruford improvisa y golpetea sin cesar. En la mitad de la canción, se pueden escuchar unos vigorosos y caudalosos cellos, que conforman la “parte lenta” del número.

   Fallen angel tiene una melodía gratificante y pacífica acompañada por oboes y guitarras usando armónicos. Toda esa tranquilidad la rompe un enorme riff de guitarra que anticipa el estribilloy que tiene emotivos y desgarrantes coros, improvisaciones de trompeta, punteos de guitarra y tantos elementos juntos que hacen que no sepamos cuál escuchar mejor. Es en este tema en el que se combinan varios elementos de Islands, Lark’s tongues in aspic, Lizard.
  One more red nightmare tiene, en terminos generales, las mismas características que Red, nada más que el track N° 3 tiene una excelente melodía de voz. Inolvidables acordes y acompañamientos improvisados por la batería se presentan de nuevo. Pero todo esto cambia: Se acerca un pasaje de guitarra que cambia el rumbo del tema, en el cual se hace audible un magnífico saxo alto inmaculadamente ejecutado por McDonalds, improvisando un gran solo.

  Atentos al próximo tema, esperamos que se acerquen guitarras con desgarrantes acordes distorsionados. Pero no: a muy bajo volumen, se escucha un violin. Providence es la pieza avant-garde por excelencia del disco. Un tema que combina los violines de Lark’s tongues in aspic, con los fuertes punteos de guitarra y flautas locas. Cualquier persona que aprecie la música experimental y las melodías locas desconectadas entre sí puede llegar a disfrutar mucho de esta composición. Aquí los sonidos raros e incoherentes no son tan feos y aburridos como los de Starless and bible black. Es más, se podría decir que al final (cuando aparece la batería y el bajo ejecutado con máxima distorsión), estos raros pasajes pueden entusiasmarnos.

  Suficiente vanguardia, suficientes ruidos: King Crimson nos da un pedazo de su corazón con Starless. El tema comienza con un mellotrón que nos transporta al 69 o 70, cuando el Rey Carmesí utilizaba los épicos y emotivos melotrones. Un perfecto punteo de guitarra se escucha, y luego el clima que hasta ahora se había creado, se potencia a la décima con la preciosísima melodía de voz cantada por Wetton y el acaramelado y elevado saxo soprano (¡Cómo amo el timbre de este instrumento!). El paraíso musical continúa, hasta que se escucha un bajo que puntea un excelente y pegadizo riff, acumulando en un in crescendo de violencia. Es esta la parte más avant-garde de la canción, pero sin embargo es apasionante. Es la acumulación de energía y pasión lo que hace que este número me fascine. Más al final, cuando todo el sentimiento ya está puesto sobre la mesa, cuando todos los músicos sacrifican una gota de sangre por nota, se escuchan caudalosas bandas de vientos interpretando una maravillosa melodía, que termina por concluir uno de los mejores trabajos de King Crimson, que de alguna manera se despide de los 70’s. ¡Qué manera de hacerlo!

  El Rey Carmesí reúne varias características de todas sus etapas en este disco: mellotrones, guitarras distorsionadas, violines y flautas locas, melodías sublimes, saxofones improvisados y bandas de vientos geniales. Tal vez ésta sea una razón por la cual muchos fans del grupo amen este trabajo: es la obra maestra más pulida de la banda. In the court y Lizard son también grandes trabajos, con 10+ indudables, pero tienen una característica que los diferencia de Red: el grupo ya había pasado por una gran gama de estilos, y ya tenía experiencia y manejo de muchísimos recursos; cosa que antes, tal vez carecía.

  El primer LP era una serie de canciones geniales, con una pieza experimental. El segundo era un conjunto de teclados, guitarras, vientos, baterías y voces locas; con una suite  de 23 minutos colmada de todo tipo de experiencias. Red no era nada de eso, Red era un collage de las mejores cualidades de cada etapa Crimsoniana.