Hot rats (1969) - Frank Zappa

Puntuación: 10+

Mejor tema: The gumbo variations

Tracklist

01. Peaches en regalia

02. Willie the pimp

03. Son of Mr. green genes

04. Little umbrellas

05. The gumbo variations

06. It must be a camel

  Volvamos a Zappa. Y no con cualquier disco: con nada más ni nada menos que Hot rats, la obra maestra fundamental en la obra Zappiana. Y no es que me crea un gran conocedor de la discografía de Frank (porque estoy muy lejos de serlo), sino que dudo que un disco tan innovador, adelantado, y enfermizamente fantástico sea sólo uno más de sus lanzamientos.

  Hot rats, además de ser uno de los álbumes más reconocidos de Zappa  es probablemente el primer disco de jazz fusión en la historia. Es el primero en presentar las famosas sapadas (término que, curiosamente, se parece mucho al nombre del compositor de esta obra) del free jazz y combinarlas muy exitosamente con un toque muy rockero, otra pizca  blusera y un tinte psicodélico. Sólo Frank logra una obra maestra combinando esos elementos.

   Basta de palabras, vayamos al disco.

  Todo comienza con un redoble infernal y una guitarra rápidamente punteada en Peaches en reagalia, un tema instrumental impresionante. Las majestuosas bandas de vientos, las guitarras acústicas, el piano y la base acompañando siempre con su influencia jazz, las percusiones que van y vienen, los diferentes sonidos de teclados y quién sabe cuántos elementos más hacen que esta canción recorra cuanto matiz se les ocurra. Y todo en menos de cuatro minutos.

  Un violín con mucho swing y la rasposa, blusera y errante voz de Captain Beefheart, amigo de Zappa desde su infancia,  abren Willie the pimp, una de las experiencias más memorables en el disco y en todo lo que hasta ahora vengo escuchando de Frank, con ese interminable, legendario e inmensamente recordado, por lo menos por mi,  como uno de los mejores solos de guitarra del rock, demostrando la inmensa habilidad que tenía su compositor para ejecutar su instrumento, hacen a este tema muy único. Hay que destacar la poesía extraña y algo surrealista, la base voladora de la batería y el bajo que a veces se limitan a acompañar y otras dan geniales baquetazos o entusiasmantes melodías.

  Son of Mr. Green genes, la version instrumental de Mr. green genes, retoma las bandas de vientos y los teclados, pero los mezcla luego con los solos desenfrenados de Zappa, logrando así una equilibrada ración de blues aportado por Frank y jazz acercado por los bronces. Además, también logra configurar momentos sumamente memorables entre esos solos intercalados con melodías de los vientos, todo acompañado por el piano que no para de improvisar.

  Little umbrellas, otro tema netamente jazzero, arranca con un riff de contrabajo eléctrico, vientos y un piano reposado que repite una secuencia de acordes, con intermedios improvisados que, en general, son melodiosos y a veces desordenados. Una pieza distinta por su sonido menos blusero/rockero, pero excelente al fin. Infravalorado a mi gusto.

  The gumbo variations es la pieza más fascinante del disco. Comienza con un riff blusero de bajo, que deviene en una guitarra alocada punteando una melodía muy pegajoza. La base se repite y se dan una cantidad impresionante de solos majestuosos, apasionados, esquizoides, gritones e improvisaciones increíblemente pegajosas de saxo, violín eléctrico y guitarra. Amo como el saxo sopla enloquecido mientras la guitarra improvisa sobre la melodía del principio. Otra cosa para alabar es la entrada del violín, con ese sonido amplio y seductor, que termina tapando  a todos los instrumentos. La performance del saxofonista es simplemente magistral e inmaculada, y la base lo hace como en todos los temas: discreta a veces y loca otras. Si ningún tipo de dudas, el mejor tema del disco es éste.

  It must be a camel, que aunque es el peor tema del disco no es malo, aporta el toque más experimental del disco con un aire jazzero impregnado. Configurando un muy buen cierre de disco, es la “canción” más bohemia del disco. Se escuchan melodías casi incoherentes ejecutadas por los vientos, con ruiditos minúsculos que se escuchan de fondo, teclados disonantes, baterías tranquilas al principio pero ágiles al final y un solo de guitarra con un sonido extraño algo blusero y discreto.

  Sin palabras. Un 10+ indudable, señores.

  Algunos critican Hot rats por la monotonía de su base. Pero eso es ridículo. Es imposible hacer un tema free jazz que no sea repetitivo, porque en eso consiste el género: la constante utilización de una base que da lugar a que otros instrumentos se explayen improvisando. Es lo mismo que yo critique a un disco de rap por ser muy hablado ¿Cómo puedo hacer eso si esa es una de las características principales del género? En todo caso que se critique al estilo en sí, no a ese disco. 
  Puede resultar un poco difícil acostumbrarse al estilo de este disco (aunque en realidad esto sucede con cualquier disco de Zappa), pero una vez este asimilado resulta una verdadera obra maestra.